Gracias a las modificaciones que afectan al Código Civil, a la Ley Hipotecaria y a la Ley de Enjuiciamento Civil, nuestros peludos dejan de ser «cosas» (para quienes lo hayan sido hasta ahora…) para ser seres vivos sensibles.
El propietario, poseedor o titular de cualquier otro derecho sobre un animal debe ejercer sus derechos sobre él y sus deberes de cuidado respetando su cualidad de ser sintiente, asegurando su bienestar conforme a las características de cada especie y respetando las limitaciones establecidas en ésta y las demás normas vigentes.
Es inevitable sentir cierta motivación al ver este tipo de cambios en la legislación, pero también es frustrante pensar que esta ley se lleva planteando desde el 2017. Celebramos hoy, a la vez que seguimos trabajando. En Cataluña, con una Ley de Bienestar Animal propia desde 2008, vemos como desde FAADA siguen solicitando «la revisión de dicha legislación, que ha quedado obsoleta e incluso carece de un reglamento para la aplicación a buena parte de la misma.»
¡Enhorabuena a todos los que lo habéis hecho posible! Enlace al texto completo del BOE.